La fibra sensible: las redes que nos salvaron de la soledad

Nadie al otro lado de la puerta, sí al otro lado de la pantalla. El confinamiento ha puesto en valor el lado más humano de la tecnología a través de redes y plataformas que han conectado la sociedad por donde más lo necesitaba

“Pero hijo, ¿esto lo has inventado tú?”. Son palabras de Gerardo, de 89 años. Vive en Valladolid, junto con su mujer Nélida, de 87 años. Una mañana de abril se obró el milagro. Gerardo respondía una llamada pero, en lugar de escuchar la voz de su nieto, se lo encontró en la pantalla. Fue su primera videollamada. No, su nieto no inventó WhatsApp. Pero no dudó en intentar con su abuelo lo que este siempre había considerado demasiado difícil para él, “que ya está mayor para estas cosas”.

La tecnología ha sido esencial para conectar a millones de personas como nunca lo había hecho antes. Pero la pandemia también ha puesto al descubierto una realidad latente y que, con el estado de alarma, eclosionaba: la soledad no deseada. Según el INE, alrededor de 5 millones de personas viven solas. Muchas tienen más de 65 años. Y muchas no tienen a nadie con quien, sencillamente, hablar. Nadie a quien llamar. Con el confinamiento pasaron de vivir solas a sentirse solas.

"Según el INE, alrededor de 5 millones de personas viven solas"

Fue entonces cuando la digitalización hizo posible lo imposible: que estar solo no significara no estar acompañado gracias a redes solidarias y colaborativas sostenidas en una tecnología que se resignificaba mostrando su lado más humano. Juntos en Red de Fundación Telefónica es una de ellas, un proyecto que conecta personas mayores que viven solas con voluntarios del Grupo Telefónica para que encuentren alguien al otro lado -aunque no tengan a nadie al lado-.

Vivir o sentirse solo

"Juntos en Red los conecta al mundo y los engancha a la vida", explica Carlos Palacios, responsable del programa Voluntarios Telefónica. A través de esta iniciativa, más de 200 voluntarios de Grupo Telefónica han podido acompañar virtualmente a 400 personas mayores, ayudándoles en su día a día, ofreciendo acompañamiento, apoyo cognitivo, lúdico y formativo. “Es un programa que busca ampliar su círculo de relación y paliar una soledad no deseada y no visibilizada que el confinamiento nos ha ayudado a percibir”, resume.

Teresa Perales

“Las personas mayores tienen que ver la tecnología como una forma de ampliar su círculo social, pero también de engancharse al mundo actual”, añade. Una tecnología que, con la ayuda de estos mismos voluntarios, consiguen entender para sacarle el máximo provecho. Telefónica no solo ha creado esta red y promovido la alfabetización digital entre los usuarios, también ha proporcionado equipos a las entidades sociales con las que colabora y el conocimiento específico para que los voluntarios sepan intervenir de forma virtual.

"Las personas mayores tienen que ver la tecnología como una forma de ampliar su círculo social, pero también de engancharse al mundo actual"

Carlos Palacios, responsable del programa Voluntarios Telefónica

“La soledad no deseada ha incidido en un colectivo muy vulnerable como son las personas mayores. Juntos en Red es una solución tecnológica a este problema acuciante en la sociedad actual”, observa Palacios. Esta red solidaria no solo ha ampliado el círculo de confianza de muchas personas mayores que se sentían solas en casa o sin herramientas sino que, haciéndolo, han alimentado su propia confianza y su conexión con el mundo que les rodea de forma segura.

Una sola vida para ayudar

Tienes Sal

"No queremos que ninguna persona mayor sea vulnerable o se pueda generar un problema en su huella digital", apunta Palacios. Por eso, tal y como explica, la red solo se extiende a sus voluntarios y las entidades sociales con las que trabajan. “La idea es que sirva para incrementar su acción social y crezca a través de sus propios voluntarios”, añade. A través de Juntos en Red, los empleados de Telefónica se han convertido en “activistas sociales”, haciendo visible una dura realidad.

Voluntarios Telefonica

En total, más de 55.000 trabajadores del Grupo se han movilizado durante la pandemia. “En España, más de 15.000 han participado en, al menos, una actividad solidaria durante este periodo de forma 100% virtual”, matiza. Gracias a ello, han conseguido llegar a 1,2 millones de personas de forma directa, 500.000 solo en España. “Tenemos una sola vida para ayudar, independientemente del canal. Nuestro objetivo es ayudar a las personas y satisfacer las ganas de ayudar de nuestros empleados”, comparte.

"En España, más de 15.000 voluntarios han participado en, al menos, una actividad solidaria durante este periodo de forma 100% virtual"

¿Quién vive ahí?

El confinamiento ha modificado el mapa social de Irene. Tanto que ahora el epicentro está en su comunidad de vecinos, en Valdemoro, gracias a un estado de alarma que despertó en ella las ganas de conocer a aquellas personas cuyas vidas prácticamente ignoraba, con la excepción de un ‘hola y adiós’ esporádico cuando se cruzaba por casualidad con el vecino de la puerta de al lado. A través de la app ¿Tienes sal? la tecnología la conectó con quienes, en realidad, más cerca tenía.

Colgó unos carteles en la comunidad animando a los vecinos a descargarla. Se abría así una ventana a un nuevo círculo social con el que compartir algo más que unos aplausos a las ocho. Justo al principio del confinamiento, organizaron un bingo. Irene repartió los cartones en los buzones y cada uno seguía las cuentas con lo que tenía en casa: piezas de parchís, garbanzos, etc. Enseguida llegaron los cumpleaños que, por supuesto, celebraron a su manera. “Colgábamos globos, carteles en las puertas, comprábamos chucherías”, recuerda.

La familia inesperada

“Gracias a ‘¿Tienes sal?’ el confinamiento fue mucho más ameno”, resume. Más ameno y más humano, pues a través de la app pudo conocer a personas cuyas vidas, a pesar de estar muy cerca, discurrían lejos. Como la de la señora Carmen, una persona “muy entrañable” que pasó el confinamiento enferma. Vivía sola, pero cerca de Irene y una comunidad de vecinos dispuesta a conectar con ella y compincharse con la hija de Carmen, que no podía visitarla, para que el día de su cumpleaños sonara una canción que es muy especial para ella.

"La tecnología cambió mi confinamiento. Fue una herramienta para conocer a mis vecinos y a la persona con la que comparto mi vida"

Irene Sánchez, usuaria de ‘¿Tienes sal?’

"Hicimos feliz a una mujer que estaba muy sola y todos los vecinos nos emocionamos muchísimo", recuerda Irene. Han pasado unos meses, pero su comunidad no fue ‘flor de un día’, sino que los frutos de ‘¿Tienes sal?’ han forjado una amistad que no solo se mantiene, también hizo posible que Irene conociera a la que hoy es su nueva compañera de piso: la vecina del sexto. “La tecnología cambió mi confinamiento. Fue una herramienta para conocer a mis vecinos y a la persona con la que comparto mi vida”, destaca.

Para implantar la app en su municipio, Irene se puso en contacto con Sonia Alonso, fundadora de ‘¿Tienes sal?’. La aplicación estaba presente en Madrid pero no (aún) en Valdemoro. Hoy, con más de 170.000 usuarios, está presente también en Barcelona y Valencia y sus áreas metropolitanas. Pero esta plataforma no nació en el confinamiento. Sonia Alonso la fundó en junio de 2018, inspirada en una red de barrio que había conocido cuando vivía en Alemania. “Me di cuenta de que estábamos perdiendo la comunicación entre vecinos”, comparte.

El barrio en su mano

El objetivo de la plataforma es facilitar la comunicación entre vecinos y vecinas: para hablar, compartir aficiones, comprar, hacer consultas sobre el barrio, para ayudarse. Devolverle el significado a la idea de ‘comunidad de vecinos’, más allá de vivir en el mismo edificio. “Era necesario hacer barrio y crear comunidad”, resume Alonso. Una necesidad que se hizo urgente con la irrupción de una pandemia que nos obligaba a contemplar la vida desde nuestras ventanas sin conocer a quienes se asomaban en ellas.

"Me di cuenta de que estábamos perdiendo la comunicación entre vecinos"

Sonia Alonso, fundadora de ‘¿Tienes sal?’

El funcionamiento es muy fácil. Al registrar el código postal, escoges el barrio al que perteneces y con el que ya puedes relacionarte de diversas maneras según lo que se necesite: pedir un taladro, preguntar por la mejor panadería con el mejor pan, regalar un mueble. “Se pueden hacer grupos, eventos, mercadillos para vender y regalar objetos que no necesitamos o enviar mensajes privados a una persona en concreto”, explica la fundadora de la plataforma vecinal.

Nadie conoce el barrio como ellos y gracias a ‘¿Tienes sal?’ los vecinos de las grandes ciudades han empezado a conocerse. La red canalizó un sinfín de propuestas de interés, desde charlas con una sexóloga y una nutricionista, vecinos que compartían clases de yoga, Pilates o que simplemente se ofrecían para hablar con alguien que necesitara “un oído amigo”. “Porque la soledad se acentuó en cuarentena”, añade. Una realidad que iniciativas como ‘¿Tienes sal?’ o Juntos en Red de Telefónica han conseguido desactivar con la tecnología como gran aliada.